domingo, 29 de agosto de 2010

Patrono de la Iglesia Universal


El glorioso patriarca San JoséPatrono de la Iglesia Universal



La Iglesia aconseja no comparar a los santos. Pero San José, por haber sido el padre legal de Nuestro Señor y el casto esposo de María Santísima, alcanzó un grado de santidad y de gloria sin par en toda la Iglesia

Plinio María Solimeo

Acerca de San José, encontramos pocos datos en los Evangelios, así como “los sagrados evangelistas nos dicen pocas cosas de la Virgen, pero compendiaron todas sus glorias en un sólo título al llamarla Madre de Dios — de quien nació Jesús. Del mismo modo, poco nos cuentan de la vida y virtudes de San José, pero dijeron mucho al llamarle Esposo de la Virgen. Como si dijesen: «¿Queréis que os diga en una palabra quién era José? Hela aquí: Era el esposo de María, la Madre de Dios». En esta afirmación se encierran alabanzas casi infinitas”.
Para que evaluemos esa grandeza, consideremos que Dios, al escoger a alguien para una misión, le da las gracias proporcionales para realizarla. Además de que, cuanto alguien más se aproxima a la fuente de la gracia, tanto más de ella participa. Ahora bien, San José estuvo íntimamente ligado a la propia fuente, Jesucristo, y a la Medianera de todas las gracias, María Santísima. De ahí su grandeza.
Por otro lado, la misión y predestinación de San José, como la de la Virgen María, requerían una santidad singular desde sus primeros años: “Considerada la misión totalmente divina de José, el Dios providente le concedió todas las gracias, desde su infancia: piedad, virginidad, prudencia, perfecta fidelidad”.
Según el común de los teólogos, son dos los principios en los cuales se apoya toda la teología sobre San José: primero, su unión con María por el matrimonio; segundo, su ministerio paternal junto a Jesucristo. Ahora bien, toda la mariología se apoya en un principio fundamental: María es la Madre de Dios-Redentor. Éste es el título, fuente y raíz, fin y medida de todas las gracias y privilegios de María Santísima. De modo semejante, la teología tiene a respecto de San José un fundamento primero y principal: el matrimonio que lo une a María, la Madre de Cristo.

Aunque numerosas figuras del santoral han sido estudiadas por los historiadores, una insuficientemente explorada y que ha pasado relativamente desapercibida es San José. Pocos conocen, por ejemplo, que antes de ser Patrono de la Iglesia Universal lo fue del Perú, y que en tiempos del rey Carlos II (1665-1700) se intentó hacerlo patrono de España y sus dominios. Se ignora, asimismo, la existencia de un discurso sumamente rico en torno a su figura, desplegado tanto en la prédica oral y escrita como en la plástica, mediante el cual San José se convirtió en un personaje político y arquetipo del perfecto gobernante.

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